Lamborghini, Arte y pasión sobre ruedas.
La historia de este fabricante de superdeportivos es un tanto curiosa, por eso considero que debe estar en nuestro catálogo.
Todo comienza tras la segunda guerra mundial, a principios de los años 50, un tal Ferruccio Lamborghini comienza a comprar sobrantes de vehículos militares, con la idea de transformarlos en maquinaría agrícola, es decir tractores, se ve que compraba bastante barato y las ventas le iban bastante bien, pues ya en 1960, en menos de 10 años, se convierte en el tercer fabricante de Italia de estos vehículos, aun a día de hoy existen.
A Ferrucio le empieza a sobrar el dinero, y por suerte para nosotros, era un apasionado del motorsport, como se dice hoy en día, consecuencia de esto, nuestro protagonista empieza a comprar coches deportivos de todas las marcas y modelos y como no podía ser de otra forma también unos pocos de Ferraris, sus favoritos.
Se dice que los Ferrari de Ferruccio no paraban de tener problemas mecánicos y uno en particular, su 250 GTB, no había manera de arreglarle el embrague, tras muchas visitas al taller el coche seguía fallando. Ferruccio se cansó y un día decide comunicárselo a uno de sus mecánicos, desmontaron las piezas y descubrieron que el embrague era el mismo que usaba en sus tractores pero con un precio mucho mas alto, esto le mosqueó bastante, así que llamó a su idealizado Enzo Ferrari diciéndole que «sus coches eran pura basura» a lo que Enzo le contestó «que un fabricante de tractores nunca podría entender sus coches». Y así enfurecido Ferruccio comienza a maquinar la idea de fabricar sus propios automóviles deportivos para competir con los del Cavallino Rampante
No tarda mucho en decidirse y en 1963 crea la compañía Automobili Ferruccio Lamborghini SpA, y la sitúa en un pueblecito junto aBolonia, a pocos kilómetros de Módena donde se encontraba la de Ferrari (ni 15 Km de una fabrica a la otra), todo un pulsito.
El primer modelo se presenta un año después en 1964, el Lamborghini 350 GT, como emblema se escoge un toro de lidia, Ferruccio era un gran amante de la tauromaquia, este coche monta un V12 de 3,5L (de ahí su nombre) y lleva la suspensión trasera independiente, mientras que Ferrari y otros fabricantes aún utilizaban ejes traseros, pero esa ya es otra historia.
Para el año siguiente aparece el 400GT y el considerado su primer superdeportivo el Miura P400, y ya será un no parar de modelos a los que se le irán poniendo nombre de referencia al toreo, Islero (el que mató a Manolete), Diablo, Murcielago, etc…
Para bajar el coste de los coches y hacerlos mas comerciales en 1971 se desarrolla un motor V8 y se instala por primera vez el Urraco. Por último en el 2003 se desarrolla el V10, especialmente para el Gallardo consiguiendo bajar el centro de gravedad.
En el año 1972 Ferruccio vende la marca, y en 1977 sus nuevos propietarios la declaran en bancarrota, estando tres años, en suspension de pagos, en 1980 la adquieren los Hermanos Mimran, después pasará por Chrysler, Megatech y finalmente en la crisis de 1998 la comprará el actual propietario, el grupo Volkswagen.
En esta caso vemos como un empresario de éxito como era Ferruccio, crea una compañía por pasión y aunque tenemos verdaderas joyas entre sus creaciones nunca fué una buena empresa como tal, habiendo estado ya varias veces a punto de desaparecer. Todo lo contrario que el propietario actual.
Increíble artículo, Miguel. Mi más sincera enhorabuena.
Me ha encantado recordar el cómo enfrentó Ferruccio el ego de Enzo.
Un abrazo.